Tras un trayecto de ocho horas, nos apeamos en Bukhara, la ciudad mas sagrada de Asia Central segun aseguran las guias.
Bajo un sol de justicia, volvemos a pedalear tras pasar varias semanas en el dique seco.
Aunque la entrada a la ciudad nos defrauda un poquillo, esa sensacion desaparece al encontrar rincones magicos.
No nos podemos resistir a vacilar un poquillo con los vendedores, que al rato, acaban bastante hartos de nosotros.
No es la alineacion del equipo local
El acceso a las madrasas que estan activo (escuelas coranicas) esta prohibido a los infieles
Como mucho podemos observar como los estudiantes entran a la medrasa
El viejo comercio continua, solo que de otra forma, el oro, el vidrio y demas productos traidos de occidente han sido sustituidos por billetes verdes
Ahi va toda la tropa, el hombre va inflado. Normal
Hay mucho trabajo en Uzbekistan. Las labores de restauracion son continuas
Aparte de la aficion al Vodka, una herencia de la Union Sovietica es la pasion por el ajedrez.
Es evidente la gran presencia tajika en Bukhara
Los llamados "4 minaretes"
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