6. BYE BYE UZBEKISTAN

Uzbekistan posee ciudades legendarias y una historia ligada inexorablemente a la Ruta de la Seda. Desgraciadamente poco queda de aquello. No es un país comodo debido a las estúpidas normas heredadas de Moscú, a la policía o al desabastecimiento de comida en las tiendas de los pueblos.
Apostamos por Tashkent para librar la batalla final por los salvoconductos que nos harán seguir haciendo realidad nuestro sueño de pedalear hacia el este. Esta dura batalla nos dejó mermados psicológicamente y físicamente listos para el asilo.
Sin embargo volver a coger las bicis ha sido la cura a todos nuestros males. Hemos disfrutado como enanos paseando por las callejuelas y bazares de Bukhara, o entrando en bici hasta el Registan de Samarcanda, a la que debíamos una visita desde hacia muchos años.
Desde la primera vez que escuchamos la musica de sus silabas, sin saber colocarla en el mapa con exactitud, sentiamos una extraña atracción y la segura convicción de que algún día nos plantaríamos a sus puertas.

5. HACIA LA FRONTERA TAJIKA...

De Samarcanda a la frontera apenas hay 40 kms, asi que decidimos tomarnoslo con calma y salir por la tarde para entrar en Tajikistan por la mañana. Nos han dicho que debemos registrarnos en Dushanbe en 72 horas y como el camino no es de rosas precisamente queremos que el reloj empiece a contar desde la mañana y lo mas frescos posible.
El trayecto está completamente cultivado y nos da calor sólo de ver a las mujeres como van tapadas hasta arriba cuando trabajan

Aqui nadie pierde el tiempo

Justo antes de la frontera, mientras unos uzbekos nos deniegan el permiso para dormir en un rincón de una escuela, aparecen los de siempre, los que nunca fallan: los del gorrito y tunica blancas. Ya hemos comentado que el islam no esta apenas presente en Uzbekistan, de hecho la mezquita del pueblo esta vacia. Pero haberlos haylos. Alucinamos viendo como Ibrahim llama a la oracion a grito pelado. No tienen minarete. Apenas llegan 4 feligreses.

Este video de Cyclotherapy Telebista con 4 gatos rezando va por todos ellos.

Luego nos invitan a té y pan duro. Ibrahim, el muecin, nos lleva a su casa a dormir con su familia. Se tiene que despertar a las 4 para ir a la mezquita, pero no le oimos salir. Nos cuidan como lo han hecho siempre, esta gente tan mal vista en occidente...

El islam de Asia Central es menos estricto que el de Oriente Medio. Las mujeres al menos nos hablan con naturalidad y en la carretera nos saludan efusivamente, algo que el pelotón de Cyclotherapy agradece de todo corazón